Días de fútbol


Un grupo de treinta y pico años, oprimidos por la mediocridad y el conformismo, decide unirse a un torneo de fútbol de barrio, para vengarse de la vida: quieron demostrar su valor. Es una película coral.

Inspirado por la terapia de prisión que le ha ayudado a controlar su temperamento violento, Antonio (Ernesto Alterio) decide convertirse en un psicólogo, una vez liberado. Los primeros beneficiarios de su amenaza de asesoramiento son sus cinco amigos, un grupo de treintañeros que quieren cambiar sus vidas: Gonzalo estudia derecho y busca una novia, pero no consigue ninguna de las dos cosas; Carlos sueña que se pone un gran actor, pero trabaja en las teletiendas; Jorge està deprimido porque su novia le ha dejado y su trabajo no le gusta; Ramón lucha contra la alopecia. Para ayudar a Jorge, Antonio sugiere que monten el equipo de fútbol, todos juntos, para ganar algo en la vida. Son hombres sometidos a la crisis de los treinta años.


La comedia ya ha demostrado ser popular en España. Es una película abierta de miras: pero, a pesar de las tribulaciones de los personajes en el terreno de juego, no tiene un enfoque sólido. Sin embargo, el cajón de sastre de los hilos conductores de la historia se ve reforzada por algunos momentos de slapstick, carcajadas y una buena dosis de crueldad que ayuda a evitar el sentimentalismo.
Recién salido de secuencias del acompañamiento musical de “El otro lado de la cama”, David Serrano es coherente con esa fórmula para continuar su carrera como director. Este estudio de las debilidades masculinas carece de una visión realista: hay demasiado énfasis y bufonada.

Como la mayoría de las plantillas, varones españoles son estereotipados (sus pasiones previsibles los hacen en gran medida dignos de simpatía), y faltan de originalidad, aunque la relación de encendido y apagado Alberto San Juan con la hermana de Alterio demuestra ratos divertidos. La comedia levanta el espíritu, pero no convence.


Aunque gran parte del humor tiene que ver con la indecisión masculina y la superficialidad contemporánea. Los personaje son fotos inelásticos: Jorge, Antonio no son interesantes emocionalmente.

A partir de una combinación de actores conocidos y menos conocidos, las limitaciones de la secuencia de comandos están muy bien dadas. Sin embargo, los factores clave en el éxito de la película están ausentes aquí, y eso se nota.

Según la BBC, lejos de las payasadas a medias en el campo, abundan las subparcelas,como algunos interludios tragicómico muy bien escrito. Pero sobre todo vemos a estos hombres infantiles y pacientes, que batallan por las mujeres, con las miserias y triunfos de su mundo de amor, sexo, trabajo, amistades, y los planes fracasados.




En el tercio medio, la película alcanza su mejor forma, desarrollando escena tras escena de la farsa con ritmo insistente y diálogos chispeantes. Sin embargo, hacia el pitido final, la trama pierde un pequeño foco en un exceso de personajes monótonos. Después de todo, Días de Fútbol es una comedia agradable, que hace reír: es adecuada para espectadores de pocas exigencias.

1 comentario:

  1. Sí Lena, ¿como diríamos? No me ha gustado mucho, pero sobre gustos no hay nada escrito.;>

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